El Dr. Francesco Donatelli, Profesor Asociado y Jefe del Departamento de Anestesia del Hospital General de Montreal, pretendía equipar al hospital de la primera metrópoli francófona del país con un modelo innovador de respiradores CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) similares a los fabricados por la empresa DIMAR y a los comercializados bajo la marca StarMed por Intersurgical y utilizados en varios hospitales italianos para tratar a pacientes aquejados de COVID-19 pero también a pacientes con diversas enfermedades respiratorias más o menos agudas.
El respirador, fabricado en plástico semirrígido y ligero y con forma de escafandra autónoma, garantiza una ventilación no invasiva que permite a los pacientes hablar, escuchar, beber y respirar sin tener que quitarse el aparato ni someterse a intubación, evitando así el ingreso en cuidados intensivos, reservado a los casos más graves.
Debido a la gran demanda del dispositivo, unida a las prohibiciones impuestas a los fabricantes europeos de exportar fuera de la UE y de los distintos países equipos, medicamentos y PLR considerados estratégicos para combatir la COVID-19, la disponibilidad del dispositivo en Canadá era extremadamente baja, hasta el punto de impedir su uso real en el hospital de Montreal y en otros lugares del país.
El Prof. Donatelli y otros colegas de su equipo del Hospital General de Montreal, entre ellos el Dr. Gabriele Bandini, que al igual que Donatelli se formó en Italia, decidieron intentar fabricar una versión canadiense del respirador. Entonces se pusieron en contacto con una empresa local, Dehumidified Air Solutions, que realizó ingeniería inversa de respiradores CPAP extranjeros y produjo diseños y prototipos preliminares. Posteriormente, Avicam Technologies, un fabricante de dispositivos médicos de London, Ontario, fabricó prototipos más elaborados para su producción en serie utilizando tecnologías de impresión 3D. Los respiradores de Avicam Technologies aún están siendo revisados y aprobados por las autoridades sanitarias federales y provinciales y pronto se añadirán al arsenal de COVID-10 en el Hospital General de Montreal y otros hospitales canadienses.
Fuente: CTV News
El respirador, fabricado en plástico semirrígido y ligero y con forma de escafandra autónoma, garantiza una ventilación no invasiva que permite a los pacientes hablar, escuchar, beber y respirar sin tener que quitarse el aparato ni someterse a intubación, evitando así el ingreso en cuidados intensivos, reservado a los casos más graves.
Debido a la gran demanda del dispositivo, unida a las prohibiciones impuestas a los fabricantes europeos de exportar fuera de la UE y de los distintos países equipos, medicamentos y PLR considerados estratégicos para combatir la COVID-19, la disponibilidad del dispositivo en Canadá era extremadamente baja, hasta el punto de impedir su uso real en el hospital de Montreal y en otros lugares del país.
El Prof. Donatelli y otros colegas de su equipo del Hospital General de Montreal, entre ellos el Dr. Gabriele Bandini, que al igual que Donatelli se formó en Italia, decidieron intentar fabricar una versión canadiense del respirador. Entonces se pusieron en contacto con una empresa local, Dehumidified Air Solutions, que realizó ingeniería inversa de respiradores CPAP extranjeros y produjo diseños y prototipos preliminares. Posteriormente, Avicam Technologies, un fabricante de dispositivos médicos de London, Ontario, fabricó prototipos más elaborados para su producción en serie utilizando tecnologías de impresión 3D. Los respiradores de Avicam Technologies aún están siendo revisados y aprobados por las autoridades sanitarias federales y provinciales y pronto se añadirán al arsenal de COVID-10 en el Hospital General de Montreal y otros hospitales canadienses.
Fuente: CTV News